La exposición "Sunset" que Enrique Santana (Lepe, 1947) presenta en la Diputación de Huelva reúne en diálogo las dos líneas de trabajo principales de su trayectoria: una relacionada con el mar de La Antilla y otra con sugerentes escenas urbanas de Chicago. Ambos paisajes conviven entre ellos para presentarnos un proyecto biográfico que habla, principalmente, de los lugares que han determinado la vida del pintor, sin duda una de las figuras fundamentales del arte contemporáneo onubense. Ha pasado ya más de medio siglo desde que Santana iniciara su carrera a mediados de los años setenta, un período de extrema evolución donde el mundo ha cambiado más y de forma más rápida que en cualquiera otro momento anterior de su historia. En este tiempo, el artista ha permanecido fiel a su condición de observador permeable del entorno, una conexión con el contexto donde destacan dos sitios paradigmáticos que le han confirgurado como persona. A pesar de su constante crecimiento, siempre ha pintado o que le rodeaba desde una posición sensible, entendiendo su alrededor a partir de la emoción, un rasgo que ha caracterizado su estilo desde el principio. Al margen de una escuela o grupo, ha hecho su camino solo, confiando en su mirada meridional, dejándose llevar por una intuición solidificada en la experiencia.